martes, 17 de marzo de 2015

Política ficción. Mercadotecnia política.


No cabe duda que cuando el ex presidente Carlos Salinas de Gortari mencionó ésta frase no estaba pronunciando un discurso vacío y sin sentido, sino que trataba de explicar un fenómeno que poco a poco se ha ido materializando hasta alcanzar tintes que rayan en lo cómico y hasta lo absurdo. Basta con exponer el caso del comediante payaso, ahora en su faceta de político, Guillermo Cienfuegos mejor conocido como “Lagrimita”. Éste personaje querido por muchos y reprochado por algunos otros, ha venido a endulzar con miel, limón y vainilla el escenario político. Miel porque ha querido imponer su imagen de dulzura que simpatiza con los pequeños del hogar, limón porque su carrera ha tenido facetas amargas como la del caso de la persona que lamentablemente falleció en el set durante unos de los programas de televisión y vainilla porque nadie se explica a que puede saber la combinación de estos tres ingredientes juntos, de la misma forma en que no todos pueden comprender en qué momento éste personaje decidió lanzarse al escenario político de Guadalajara.

En primera instancia muchas personas escépticas comenzaron a burlarse de la noticia, al considerarla una broma de mal gusto que podía desatar una buena oleada de memes que hicieran más liviano el ajetreado panorama electoral que se viene en puerta. Pero al ver que la cosa iba en serio, algunos comenzaron a mostrar su indignación ante lo que consideraban era un insulto y un atropello a la inteligencia colectiva de los tapatíos, al permitir que un personaje, aclarando que no se pretende sobajar  o minimizar la profesión de artista circense que es muy dignificante y noble, sino que se critica la postura del cómico que se escuda y sumerge en su personaje para lograr con ello la simpatía de los votantes. 

 Pero sin afán de entrar en un debate político y sabiendo que lo nuestro lo nuestro es la mercadotecnia, a continuación detallamos 5 de los principales aciertos y 5 principales horrores (corrigiendo errores) de la pre campaña política de Lagrimita, visto desde el enfoque de un mercadólogo (aclarando MERCADÓLOGO no sociólogo):

Aciertos

1.- Lagrimita el amoroso, Guillermo el indignado: Al escuchar y ver sus discursos nos damos cuenta  del porqué alguna vez tuve tanto éxito en la televisión; sabe cómo trabajar y armonizar ambas personalidades para confundir al público y lograr su cometido. Cuando es necesario ser gracioso se fija bien su nariz y hace que más de uno esboce una sonrisa involuntaria. Y cuando es necesario ponerse serio, basta con endurecer la voz y casi sin esforzarse mucho o cerrar los ojos te hace aterrizar nuevamente de la tierra de los sueños a la realidad tapatía.

2.- Gabinete feliz. Se ha hecho rodear de los artistas urbanos que ejercen dentro de la zona metropolitana, desde payasos, mimos hasta bailarines y malabaristas, lo que repercutió en un morbo y atractivo en algunas de sus presentaciones.

3.- Imagen de campaña multicolor. Logro salirse de los paradigmas de lo plano de la comunicación y propaganda de los partidos políticos para imprimirle color y felicidad a su pre campaña, donde el trabajo visual logró su cometido, dar una sensación de folclor, magia y felicidad.

4.- Ir de la mano de su patiño.  Gran parte de su corto éxito en televisión se lo debe a su hijo y compañero de escena Costel, quién cuenta con el gusto de algunas jaliscienses que ven en él un concepto de payaso diferente, no uno solamente gracioso, sino uno graciosamente apuesto. Con ello ambos se respaldan y defienden mutuamente y como dicen en el barrio, hacen montón.

5.- Activaciones circenses callejeras. La mejor forma de conseguir las firmas necesarias para legitimizar su candidatura era claro echar en práctica lo que muchos años de trabajo en la industria del entretenimiento le enseño, salir a las calles, donde ahora si cabe como anillo al dedo la expresión “con circo maroma y teatro”. Hombres y mujeres que con pelucas y nariz de payaso, hacían difícil a los votantes el negarse a plasmar su firma y permitir que fuera fotocopiada su credencial de elector.

Errores
1.- Propuestas que no van. Realmente no sabemos si fue el mismo Lagrimita quien planteo una a una las propuestas de mejora, pero sí estamos seguros que no se consultó con un experto en la materia. Por ejemplo, la propuesta número 2 dice literalmente  poner a payasos como empleados públicos para que siempre se les dé buena cara y sonrisas en la atención a la gente; el dar buena atención a la  ciudadanía es una obligación que tiene que cumplir todo funcionario público, tenga nariz de payaso o no, además no solo se requiere una sonrisa, se necesita gente capaz, eficiente y bien capacitada para desempeñar el puesto. Otra de las propuestas dice para que los regidores y miembros del gobierno trabajen bien, se van a hacer evaluaciones y los que no salgan bien calificados por los tapatíos les vamos a poner un tache en la frente y un pastelazo; en primer lugar esto atenta contra la dignidad de las personas, sea un buen funcionario o no, además de que si existen funcionarios que no salgan bien calificados es necesario identificar el origen de la falta y corregirla y de ser necesario tener que despedir al funcionario, pero un tache y un  pastelazo evidentemente no es una solución en el mundo real.

2.- Equipo inexperto. Al no ser un candidato afiliado a un partido político es lógico que no haya recursos para contratar un equipo de campaña profesional y con experiencia que pueda apoyar al precandidato en cuestiones reglamentarias, ya que al mismo Lagrimita no se le ocurrió la brillante idea de leer la ley electoral y sus anexos, lo que le costó tirar a la basura seis mil firmas que necesitaban estar acompañadas de claro seis mil copias de la credencial de elector que respaldaran dichas firmas. Ni modo echando a perder se aprende, pero con qué necesidad.

3.- Luces, cámara, acción. Pudimos constatar la falta de experiencia de Lagrimita en la política, ya que cada uno de sus presentaciones y ruedas de prensa, el mismo cómico se resbaló en lo atropellado de sus discursos y rindió un digno homenaje al personaje que según el mismo Lagrimita lo inspiró a ocupar un cargo en la política, Mario Moreno, “Cantinflas”,  y es que entre los reclamos de la prensa para que aclarara el lamentable accidente en uno de sus programas de televisión y su falta de conocimiento de la ley electoral y las competencias de un presidente municipal, Lagrimita no veía la forma de articular un chiste o payasada que lo sacara del apuro.

4.- Pasamos al siguiente acto por favor. Hasta la fecha el precandidato no ha dado una respuesta clara y firme sobre algunos temas que le reprochan algunos ciudadanos y medios de comunicación, ya que en todas sus presentaciones los evadió lo que evidentemente genero un mayor descontento hacia su persona y sus pretensiones. Si como precandidato no puede aclarar éstos puntos, cómo hará para transparentar su informe de gobierno.

5.- Al no haber definido todavía su postura respecto a su personaje y su propia persona, aún existe la duda de qué cara mostraría si alcanzará la alcaldía de Guadalajara, ya que evidentemente gobernar una ciudad requiere de mucha seriedad y compromiso y muchos temen que se pueda convertir en una payasada que no quepa en ningún circo.